ENFERMEDADES DEL ESTILO DE VIDA: UNA AMENAZA CRECIENTE

Actualmente, en la época de la globalización y el crecimiento rápido de las poblaciones, las enfermedades infecciosas suelen ser el centro de atención de las noticias sobre salud. Desafortunadamente, este tipo de enfermedades no son las únicas sobre las que tenemos que preocuparnos. Con el progreso de la industrialización de los países, hemos cambiado nuestros hábitos y la edad media de las personas ha aumentado a lo largo de las últimas décadas. Así que han surgido las llamadas “enfermedades asociadas con el estilo de vida”, que suponen otra gran amenaza para nuestra salud.

A diferencia de las enfermedades infecciosas, las enfermedades asociadas con el estilo de vida no son transmisibles. La principal causa de este tipo de enfermedades es la forma en la que vivimos hoy en día. Nutrición insana, fumar, beber alcohol, elegir el sofá antes que salir a caminar, todos lo conocemos. Sin embargo, continuar con estos hábitos durante un largo periodo de tiempo puede causar problemas de salud severos, como la diabetes y la hipertensión.

El aspecto más complejo de las enfermedades asociadas con el estilo de vida es que normalmente no muestran ningún síntoma temprano, y si lo hacen, no solemos relacionarlo de forma inmediata con su causa real. Esta es la razón por la que estas enfermedades se llaman también “asesinas silenciosas”. Desafortunadamente, estos asesinos silenciosos pueden causar un daño irreversible a nuestro organismo si no se diagnostican en estadios tempranos. No solo se ven afectados órganos como el cerebro y corazón, sino que otros menos prominentes, pero no menos importantes, como los riñones, pueden dañarse.

La principal tarea de los riñones es filtrar los desechos y el agua de nuestra sangre para crear orina que pueda excretarse. Aparte de eso, también tienen otras funciones importantes como producir hormonas que ayudan al control de otras funciones fundamentales del cuerpo.

La ERC (enfermedad renal crónica) describe la pérdida gradual de la función renal que puede resultar en un estado final de fallo renal, una condición médica en la que los riñones no pueden hacer su función de forma correcta nunca más. El término crónico se usa porque esta enfermedad renal progresa de forma lenta durante un largo periodo. La progresión por sí misma puede variar entre individuos. Algunas personas pueden vivir con ERC durante muchos años sin mayor problema, mientras que otras podrían sufrir un fallo renal irreversible muy pronto.

Cuando llega el punto en el que los riñones no son capaces de hacer su trabajo, puede ser necesaria la diálisis o un trasplante renal para mantener las funciones vitales del organismo.

Cuanto antes se detecta la ERC, más acciones se pueden llevar a cabo para evitar llegar a las situaciones más críticas.

Como se ha mencionado antes, los estadíos tempranos de la ERC no muestran síntomas o son muy inespecíficos. La única forma de averiguar el estado real de los riñones esrealizando pruebas. Si sufres diabetes, hipertensión, o enfermedad cardíaca o tienes algún caso conocido en tu familia, deberías pensar en hacerte un chequeo urinario de forma regular.

Tu médico general puede hacerte un cribado rápido de albuminuria. Primero, se recogerá la muestra de orina en la consulta del médico. A continuación, la orina se analizará con una tira reactiva. Las almohadillas de la tira reaccionarán con partículas potencialmente presentes en tu orina, como la albúmina, y el resultado estará disponible en poco tiempo.

Si crees que puedes tener riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica, no te asustes y pide a tu médico un cribado de albúmina: podrías salvar la vida de tus riñones.