La resistencia a los antimicrobianos es la propiedad que tienen los microorganismos como las bacterias, virus y parásitos, de evitar que un antimicrobiano (como los antibióticos) pueda actuar contra ellos. Esta resistencia surge a partir de diversos factores, como su prescripción inapropiada, la automedicación, su utilización extensiva en ganadería y agricultura o el uso prolongado de los antibióticos en terapias y profilaxis, causando un aumento en el número de especies de microorganismos resistentes a ellos (1). La principal consecuencia de estas resistencias es que pueden hacer que los tratamientos sean inefectivos y que esto acelere la expansión de las infecciones.

Plan de acción contra la resistencia a los antimicrobianos

La comunidad científica ha tomado consciencia y considera que se trata de un tema de vital importancia. Si no se toman medidas, las muertes anuales relacionadas con estas resistencias superarán a los fallecimientos por cáncer (2). La Organización Mundial de la Salud ha creado un plan de acción global contra la resistencia a los antimicrobianos que incluye cinco objetivos estratégicos (3):

Aumentar la concienciación y conocimiento sobre la resistencia a los antimicrobianos.
Fortalecer el conocimiento a través de la vigilancia y la investigación.
Reducir la incidencia de la infección.
Optimizar el uso de los agentes antimicrobianos.
Desarrollar la parte económica para una inversión sostenible que tenga en cuenta las necesidades de todos los países, el incremento de la inversión en nuevos medicamentos, herramientas de diagnósticos, vacunas y otras intervenciones.

La importancia y el papel de los laboratorios de diagnóstico

Los laboratorios de diagnóstico tienen un papel muy importante en este plan global. Con una información analítica de calidad, se puede establecer un diagnóstico más preciso y dirigir los tratamientos de manera más específica. Esto implicaría que los microorganismos tendrán menos oportunidades para evolucionar y adquirir resistencias. Como compañía de diagnóstico in vitro, Sysmex proporciona soluciones innovadoras que aportan información precisa y de calidad en el diagnóstico de patologías de diversa índole.

En el caso del campo del urianálisis, la serie-UF utiliza la citometría de flujo con fluorescencia para detectar y cuantificar elementos celulares como leucocitos y bacterias en menos de un minuto. En el caso de que no se detecten, no será necesario ningún tipo de tratamiento, evitando así una prescripción innecesaria. Mientras que, si las muestras son patológicas, la información aportada por el flag Gram permite conocer con elevada sensibilidad y especificidad si las bacterias son Gram Positivas o Gram Negativas, e iniciar de forma rápida un tratamiento antibiótico dirigido.

Otra de las soluciones que puede aportar Sysmex en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos es la utilización de los biomarcadores Bio-ADM, PenKid y DPP3. Estos marcadores permiten evaluar la integridad vascular, detectar cambios en la función renal y predecir disrupciones en la vía cardio-renal. Los tres están relacionados con el desarrollo del proceso de la sepsis: disfunción orgánica provocada por la respuesta extrema del organismo a una infección (4).

El análisis de estos biomarcadores en el dispositivo Nexus IB10 ofrece resultados en solo 20 minutos, a partir de una pequeña muestra de sangre, permitiendo el diagnóstico precoz de la sepsis. Además de la ayuda en el diagnóstico, también permiten monitorizar de manera más precisa el tratamiento con antibióticos, lo que reduce el consumo innecesario y, por tanto, la posibilidad de desarrollo de resistencias

Actualmente hacemos frente a una pandemia mundial debido a la expansión del virus SARS-CoV-2. Los antibióticos no son eficaces para tratar infecciones víricas, pero es posible que algunos pacientes con COVID-19 desarrollen una coinfección bacteriana, y en este caso, pueden necesitar antibióticos para tratarla. Cuanto menor sea el nivel de resistencias, más eficaces serán los tratamientos administrados. Asimismo, las pruebas que ayuden a distinguir entre las infecciones virales (como COVID-19) y las infecciones bacterianas resultarán claves para disminuir el riesgo de la prescripción innecesaria de antibióticos en caso de infección vírica (4).

Fuentes:

Prestinaci F, Pezzotti P, Pantosti A (2015): Antimicrobial resistance: a global multifaceted phenomenon. Pathog Glob Health 109(7):309–318.
https://news.un.org/en/node/1025511/antimicrobial-resistance-a-global-health-emergency-un-ahead-of-awareness-week-2
https://www.who.int/antimicrobial-resistance/global-action-plan/en/
Singer M, Deutschman CS, Seymour CW, et al. The Third International Consensus Definitions for Sepsis and Septic Shock (Sepsis-3). JAMA. 2016;315(8):801-810. doi:10.1001/jama.2016.0287
https://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0004/441751/COVID-19-AMR.pdf