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Noviembre 2019 – HEMATÍES DISMÓRFICOS
¿Cómo puede la citometría de flujo por fluorescencia (CFF) identificar hematíes dismórficos?
Durante una evaluación obstétrica de rutina se descubrió que una mujer embarazada de 30 años padecía microhematuria y proteinuria. El análisis mediante CFF identificó hematíes dismórficos que aparecían en forma de poblaciones diversas de hematíes. Una investigación posterior condujo al diagnóstico de nefropatía por IgA.
La hematuria se define como la presencia de hematíes en la orina. Las causas pueden clasificarse como glomerulares (es decir, con origen en una lesión en el riñón) o no glomerulares. En la hematuria glomerular, la morfología de los hematíes se ve alterada por daños en su membrana, pues las células pasan por un sistema de filtrado renal dañado.
Bajo la CFF aparecen en forma de una población con menor volumen que los hematíes dismórficos. Además de la nefropatía por IgA, existen otras causas como la nefritis hereditaria o la glomerulonefritis, así como la hematuria familiar benigna.
¿Qué enunciados son ciertos en relación con los hematíes dismórficos?
A menudo varían en cuanto a forma, a veces con protrusiones vesiculares al interior y al exterior.
Suelen ser más pequeños que los hematíes isomórficos.
Su presencia indica la existencia de un sangrado glomerular.
Los hematíes pueden perder su forma al cruzar la membrana basal del glomérulo, así como al pasar por el sistema tubular.
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Fundamentación científica
La hematuria es un rasgo común en las enfermedades renales y urológicas. Se describe como la presencia en la orina de un número de hematíes elevado. La morfología de los hematíes urinarios se ha recomendado como una herramienta de diagnóstico válida para diferenciar los casos glomerulares de hematuria de los que no tienen esa causa. En la hematuria no glomerular, los hematíes suelen ser uniformes en cuanto a forma y tamaño; de ahí que se les llame "hematíes isomórficos". En contraste con lo anterior, la haematuria glomerular se caracteriza por una mayor variedad de formas y tamaños entre los hematíes, denominándose los de este tipo "hematíes dismórficos" [1].
Los mecanismos patofisiológicos precisos que generan una variedad tan amplia de alteraciones de la morfología entre los hematíes dismórficos no se entiende aún en su totalidad. Se supone que los hematíes dismórficos son los que pasan a través de un glomérulo dañado. Factores de influencia de tipo mecánico, como el paso por los huecos de la membrana basal del glomérulo, y los constantes cambios en presión osmótica tubular y pH producen la degradación de las proteínas superficiales, la pérdida de las proteínas del esqueleto membranoso y hemólisis, lo que generaría el sangrado glomerular de hematíes alterados. También se ha demostrado que el contenido de hemoglobina se reduce en buena medida en hematíes glomerulares dismórficos [2].
Además de formas de anillo tipo dónut con estructuras lisas u onduladas, los acantocitos son una forma especial de hematíes dismórficos. Los acantocitos pueden identificarse fácilmente como formas en anillo con protrusiones o salientes en la membrana en forma de vesículo, y que apuntan hacia el centro o hacia fuera, y parecen "orejas de Mickey Mouse". Suponen un biomarcador fiable y de gran especificidad de la enfermedad glomerular [3].
En la práctica clínica, la discriminación entre hematuria glomerular y no glomerular supone a menudo un reto. El método de referencia supone emplear microscopía con contraste de fase y un observador experimentado que pueda interpretar los resultados. Las tecnologías de última generación como la citometría de flujo por fluorescencia pueden facilitar el filtrado en busca de hematuria. Si se detecta hematuria, se pueden analizar automáticamente el tamaño y la distribución de formas de los hematíes. El análisis microscópico y la confirmación de la presencia de hematíes dismórficos pueden entonces limitarse a especímenes cuya morfología se considerase anómala.
Nefropatía por IgA
La nefropatía por IgA, conocida también como enfermedad de Berger, es una enfermedad autoinmune, así como una de las formas frecuentes de glomerulonefritis. Acontece cuando se acumulan depósitos de inmunoglobulina A (IgA) en los riñones, produciendo inflamación. Este fenómeno puede afectar a la membrana basal del glomérulo, lo que produce a su vez hematuria y proteinuria [4].
Diagrama de dispersión e histograma
Bibliografía
[1] European Urinalysis Group of the ECLM (eds. Kouri T et al.) (2000): European Urinalysis Guidelines. Scand J Clin Lab Invest. Vol. 60. Supplement 231.
[2] Crop MJ, de Rijke YB, Verhagen PCMS, Cransberg K, Zietse R (2010): Diagnostic Value of Urinary Dysmorphic Erythrocytes in Clinical Practice. Nephron Clin Pract. 115:c203-c212.
[3] Nagahama D, Yoshiko K, Watanabe M, Morita Y, Iwatani Y, Matsuo S (2005): A useful new classification of dysmorphic urinary erythrocytes. Clin Exp Nephrol. 9:304-309.
[4] Suzuki H, Kiryluk K, Nivak J, Moldoveanu Z, Herr AB, Renfrow MB, Wyatt RJ, Scolari F, Mestecky J, Gharavi AG, Julian BA (2011): The Pathophysiology of IgA Nephropathy. J Am Soc Nephrol. 22(10):1795-1803.