Calendario científico abril de 2025
Infección por malaria
¿Cuántos merozoitos libera aproximadamente un esquizonte hepático? [1]
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Fundamentación científica
La malaria es una enfermedad infecciosa causada por parásitos unicelulares del género Plasmodium, que se transmiten a los humanos principalmente mediante la picadura del mosquito hembra infectado del género Anopheles. Esta enfermedad es un problema sanitario mundial que expone a riesgo de infección al 40 % de la población mundial. Al año se registran una media de 250 millones de casos y 600 000 muertes. Debido a su sistema inmune inmaduro, la población más vulnerable son los niños menores de cinco años, que suponen el 70 % de las muertes anuales [2].
La malaria se concentra en las regiones tropicales y subtropicales próximas al ecuador (regiones donde la malaria es endémica), en las que los factores medioambientales favorecen la transmisión estacional o anual de la enfermedad. El clima constantemente cálido (≥ 20° C) con largas temporadas de lluvia reúne las condiciones idóneas para la reproducción de los mosquitos y facilita la multiplicación de sus parásitos [3]. La región más afectada del mundo es África, donde se dan más de 230 millones de casos al año y el 95 % de las muertes relacionadas con la malaria en todo el mundo (Fig. 1) [2].
Se conocen cinco especies de parásitos Plasmodium que causan malaria en humanos. Las más importantes son la especie P. vivax, que abarca la mayor amplitud geográfica, y la especie P. falciparum, responsable de más del 95 % de los casos en todo el mundo y causante de la forma más grave de la enfermedad. Independientemente de la especie, el parásito sigue el mismo ciclo de vida complejo tanto en mosquitos como en huéspedes humanos, y pasa por diversas fases de desarrollo (Fig. 2): esquizontes hepáticos en el hígado, merozoitos, formas anulares de trofozoitos inmaduros, trofozoitos tardíos, esquizontes en el torrente sanguíneo y gametocitos en la sangre periférica, así como esporozoitos en mosquitos [4, 5].
La manifestación de la enfermedad depende del nivel de inmunidad del individuo infectado. La primera exposición producirá un nivel significativo de parasitemia en la sangre, con un bajo nivel de inmunidad, puesto que es el primer contacto con el parásito. Este tipo grave de malaria suele darse en niños menores de cinco años y en mujeres embarazadas. Se considera una emergencia médica. Las posteriores exposiciones al parásito pueden dar lugar a una enfermedad más leve, puesto que el aumento de la inmunidad reduce los niveles de parasitemia en la sangre, produciendo los síntomas clásicos de fiebre, escalofríos y dolor de cabeza. Por último, tras la múltiple exposición a los parásitos, los individuos afectados podrían desarrollar una forma asintomática de la enfermedad, puesto que los parásitos se eliminan de la sangre en poco tiempo [6].
Resultados del caso
Un niño de 10 años de una zona donde la malaria es endémica se presentó con astenia, fiebre y vómitos. Al sospechar de malaria, se analizó una muestra de sangre en el analizador XN-31. Entre los principales hallazgos se encontró un recuento de plaquetas relativamente bajo de 152×103/µL, un MI-RBC# muy elevado de 130.8×103/µL, y la indicación ‘Malaria?(P.f)’ (Fig. 3).
El analizador XN-31, que utiliza una tecnología exclusiva y reactivos, detecta dentro de la célula partículas de menor tamaño que los analizadores convencionales de la serie XN o XR. Los eritrocitos infectados por malaria (MI-RBC) absorben el marcador de fluorescencia, que tiñe el ácido nucleico de los parásitos y emite una señal única que distingue de forma clara esta población en el diagrama de dispersión M.
En este caso, el diagrama de dispersión M indica MI-RBC con formas anulares que se marcan en dos áreas con luz fluorescente de distinta intensidad (flechas de la Fig. 4). La agrupación de la izquierda corresponde a los glóbulos rojos (RBC) infectados por un parásito, mientras que la agrupación de la derecha indica que dos o más parásitos han entrado en un único RBC.
Las pruebas adicionales confirmaron los resultados del analizador XN-31. La prueba de diagnóstico rápido de P. falciparum dio positivo, y la observación bajo microscopio del frotis de sangre mostró un notorio aumento de RBC infectados por P. falciparum, que se presentaban con forma anular.
Bibliografía
[1] Prudêncio M et al. (2006): The silent path to thousands of merozoites: the Plasmodium liver stage. Nat Rev Microbiol 4, 849–856.
[2] Global Malaria Programme (2024): World Malaria report 2024, WHO.
[3] Lefevre T et al. (2013): Non-genetic determinants of mosquito competence for malaria parasites. PLoS Pathog 9(6): e1003365.
[4] Sato S (2021): Plasmodium–a brief introduction to the parasites causing human malaria and their basic biology. J Physiol Anthropol 40(1): 1.
[5] Hill AV (2011): Vaccines against malaria. Philos Trans R Soc Lond B Biol Sci 366(1579): 2806–14.
[6] Mendonca VR et al. (2015): Immunoregulation in human malaria: the challenge of understanding asymptomatic infection. Mem Inst Oswaldo Cruz 110(8): 945–55.

Malaria has plagued humankind since ancient times and is still a significant threat to around half of the world’s population. Although malaria infections are primarily a problem in tropical regions, they occur ever more frequently also in non-endemic areas due to tourism and globalisation.